lunes, 13 de junio de 2011

LA EROSIÓN DEL SUELO




La erosión (pérdida) del suelo la provocan principalmente factores como las corrientes de agua y de aire, en particular en terrenos secos y sin vegetación, además el hielo y otros factores. La erosión del suelo reduce su fertilidad porque provoca la pérdida de minerales y materia orgánica. La erosión del suelo es un problema nacional e internacional al que se le ha dado poca importancia en los medios de comunicación masiva.
El agua es un erosivo muy enérgico. Cuando el suelo ha quedado desprotegido de la vegetación y sometido a las lluvias, los torrentes arrastran las partículas del suelo hacia arroyos y ríos. El suelo, desprovisto de la capa superficial, pierde la materia orgánica (humus) y entra en un proceso de deterioro que puede originar hasta un desierto.
El viento es otro de los agentes de la erosión. El suelo desprovisto de la cortina protectora que forman los árboles, es víctima de la acción del viento que pule, talla y arrastra las partículas de suelo y de roca. Los paisajes generados en zonas áridas y desérticas son muestras evidentes de la acción de este factor.
El aire y el agua han esculpido la tierra desde que se formó la corteza, los grandes procesos geomórficos han modificado la superficie terrestre a lo largo de millones de años. Hoy la actividad humana hace su parte y muchos sitios se modifican por ella.
Nuestro país cuenta con enormes extensiones sometidas a la constante acción del viento y del agua. La supericie montañosa que ocupa gran parte de nuestro territorio está sujeta a ellos y la severidad de su acción es alta. Gran parte de América Latina sufre sus efectos.
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Superficie Nacional afectada por la erosión eólica (arriba) e hídrica (abajo)
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Erosión eólica e hídrica en el D.F.

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Aunque se considera, erróneamente, que sólo la agricultura afecta al suelo, varias actividades del hombre aceleran el proceso de erosión del suelo como la construcción de carreteras y edificios que eliminan comunidades vegetales autóctonas, así como, la tala sin control de bosques para la producción de madera y de pulpa de papel.
La erosión del suelo también afecta a otros ecosistemas como los ríos, lagos y presas al degradar la calidad del agua, al alterar el hábitat de la flora y fauna que viven ahí. Si los residuos de suelo contienen plaguicidas y fertilizantes contaminan el agua. Cuando se eliminan los bosques para construir una presa hidroeléctrica, la erosión hace que se llene el embalse en un tiempo menor provocando la pérdida de la productividad de electricidad instalada.
Aunque la erosión es un proceso natural, una cubierta vegetal suficiente la reduce ya que las hojas y los tallos amortiguan el impacto de la lluvia y las raíces ayudan a mantener el suelo en el sitio.
El riego aumenta la productividad agrícola del suelo pero puede causar la salinización (acumulación de sales en el suelo) por las sales que contiene el agua o por las que contiene el suelo en suelos semiáridos y áridos. En condiciones naturales, las precipitaciones pluviales disuelven y arrastran las sales a los ríos y al ser utilizada su agua para riego provoca la acumulación de sales en el suelo.
Los suelos salinos son menos productivos y llegan a ser inadecuados para la agricultura, ya que provocan el desequilibrio hídrico en las raíces de las plantas, pierden el agua por el fenómeno de la ósmosis. La mayoría de las plantas no pueden sobrevivir en esas condiciones y sólo algunos vegetales que se han adaptado a vivir en suelos salinos pueden tolerar las altas concentraciones de sales y prosperar en dichos suelos. Por ejemplo, el mangle negro excreta el exceso de sal a través de las hojas.
Actualmente, es probable que mediante la ingeniería genética se puedan cultivar con buena productividad plantas que puedan tolerar altas concentraciones de sales.




bibliografia
http://www.sagan-gea.org/hojaredsuelo/paginas/22hoja.html




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